El cáncer es una enfermedad en la que las células anormales crecen sin control y se propagan a otras partes del cuerpo, dañando los tejidos y órganos sanos.
Normalmente, las células crecen, se dividen y mueren de forma ordenada. Sin embargo, las células cancerosas ignoran las señales que les impiden crecer y dividirse.
Hay más de 100 tipos de cáncer, incluidos carcinoma, sarcoma, leucemia, linfoma y melanoma, cada uno con características distintas.
El cáncer es un trastorno genético causado por mutaciones en los genes que controlan el crecimiento celular, a menudo provocado por factores ambientales, elecciones de estilo de vida o mutaciones genéticas hereditarias.
Los factores de riesgo clave incluyen antecedentes familiares, tabaquismo, toxinas ambientales, desnutrición, terapia hormonal y exposición a la radiación.
Los síntomas comunes incluyen fatiga, fiebre, pérdida de apetito, sudores nocturnos, dolor persistente, cambios en la piel y pérdida de peso inexplicable.
El cáncer se diagnostica mediante exámenes físicos, análisis de sangre, pruebas de diagnóstico por imágenes, biopsias y pruebas genéticas.
Los tratamientos varían según el tipo y estadio del cáncer y pueden incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida, terapia hormonal o trasplante de médula ósea.
Los estadios del cáncer varían del I al IV, siendo el estadio IV el más avanzado, donde las células cancerosas se han diseminado a partes distantes del cuerpo.
Si bien no todos los cánceres se pueden prevenir, reducir los factores de riesgo, como dejar de fumar, mantener una dieta saludable y limitar la exposición a la radiación, puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer.