Por qué la menopausia puede empeorar el hombro congelado
Cambios hormonales: La disminución de los niveles de estrógeno durante la menopausia puede contribuir al aumento de la inflamación y la rigidez de las articulaciones.
Aumento de la inflamación: la inflamación relacionada con la menopausia puede exacerbar los síntomas del hombro congelado y reducir la movilidad.
Disminución de la producción de colágeno: los niveles reducidos de estrógeno pueden conducir a una disminución de la producción de colágeno, lo que afecta la salud de las articulaciones.
Trastornos del sueño: los trastornos del sueño relacionados con la menopausia pueden empeorar el dolor y el malestar del hombro congelado.
Cambios de humor: Los cambios de humor relacionados con la menopausia, como la ansiedad y la depresión, pueden aumentar la percepción del dolor.
Movilidad reducida: Los síntomas de la menopausia, como los sofocos y la fatiga, pueden reducir la movilidad y empeorar el hombro congelado.
Rigidez articular: Los cambios hormonales durante la menopausia pueden aumentar la rigidez articular, empeorando los síntomas del hombro congelado.
Aumento del estrés oxidativo: el estrés oxidativo relacionado con la menopausia puede contribuir a la inflamación y empeorar el hombro congelado.
Debilidad muscular: la debilidad muscular relacionada con la menopausia puede exacerbar los síntomas del hombro congelado y reducir el rango de movimiento.
Síntomas interconectados: Los síntomas de la menopausia pueden cruzarse con los síntomas del hombro congelado, lo que hace que el manejo y el tratamiento sean más desafiantes.