Comprender las infecciones urinarias, incluidos los síntomas, las causas y los tratamientos efectivos.

Los síntomas comunes incluyen sensación de ardor al orinar, necesidad frecuente o intensa de orinar, orina turbia o con olor extraño y sensación de cansancio o temblores.

Las infecciones del tracto urinario se producen cuando las bacterias entran en el tracto urinario, generalmente a través de la uretra, y se multiplican en la vejiga. La Escherichia coli (E. coli) es la causa más común.

Existen diferentes tipos, entre ellos la cistitis (infección de la vejiga), la pielonefritis (infección del riñón) y la uretritis (infección de la uretra).

Las mujeres son más propensas a sufrir infecciones urinarias debido a su uretra más corta y otros factores de riesgo incluyen la actividad sexual, el embarazo y las malas prácticas de higiene.

Comúnmente se recetan antibióticos, y los tratamientos de primera línea incluyen nitrofurantoína, sulfametoxazol/trimetoprima y fosfomicina.

El tratamiento suele durar entre 3 y 14 días, y los hombres a menudo requieren al menos 7 días de terapia con antibióticos.

Beber abundante agua, practicar una buena higiene (limpiarse de adelante hacia atrás) y orinar después de tener relaciones sexuales pueden ayudar a prevenir las infecciones urinarias.

Las infecciones urinarias no tratadas pueden provocar complicaciones como sepsis, daño renal y mayor riesgo de parto prematuro en mujeres embarazadas.

Algunas mujeres pueden experimentar infecciones urinarias recurrentes y se pueden recomendar medidas preventivas como terapia con antibióticos de dosis baja o tratamientos alternativos como jugo de arándano.

Si los síntomas persisten o empeoran, es fundamental buscar atención médica para prevenir daños a largo plazo y garantizar un tratamiento adecuado.