1. El síndrome de Down se caracteriza por una discapacidad intelectual, que puede variar de leve a grave y afectar las capacidades cognitivas y el aprendizaje.
2. Las personas con síndrome de Down a menudo tienen rasgos faciales distintivos, que incluyen una cara plana, orejas pequeñas y una lengua prominente.
3. Los niños con síndrome de Down pueden experimentar un retraso en el desarrollo del habla y del lenguaje, lo que requiere terapia y apoyo del habla.
4. Muchas personas con síndrome de Down experimentan pérdida auditiva, que puede variar de leve a profunda, y pueden requerir audífonos o implantes cocleares.
5. El síndrome de Down puede aumentar el riesgo de tener problemas de visión, como cataratas, estrabismo y miopía, lo que requiere exámenes oculares periódicos.
6. Aproximadamente la mitad de los niños que nacen con síndrome de Down tienen defectos cardíacos, que pueden variar desde leves hasta potencialmente mortales y requerir intervención quirúrgica.
7. Las personas con síndrome de Down pueden experimentar problemas gastrointestinales, como estreñimiento, diarrea y reflujo ácido, que requieren modificaciones en la dieta.
8. El síndrome de Down puede debilitar el sistema inmunológico, haciendo que las personas sean más susceptibles a infecciones, como neumonía y enfermedades respiratorias.
9. Las personas con síndrome de Down tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental, como ansiedad, depresión y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
10. Las personas con síndrome de Down tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, y los síntomas suelen aparecer entre los 40 y 50 años.