Cambios en la memoria:- Olvidar cosas a menudo o tener dificultades para retener información nueva, como citas o caras conocidas.
Dificultad con tareas familiares: -Olvidar cómo realizar tareas rutinarias, como preparar comidas o vestirse, que antes eran fáciles.
Cambios en el lenguaje y la comunicación: - Olvidar palabras simples o sustituirlas por palabras que no encajan en las conversaciones, lo que dificulta la comprensión.
Desorientación:- Tener problemas para saber qué día es, perderse en lugares familiares o no recordar cómo llegó allí.
Juicio deteriorado: no reconocer riesgos para la salud y la seguridad, como ignorar problemas médicos o usar ropa inadecuada.
Problemas con el pensamiento abstracto: dificultad para comprender números y símbolos, como administrar las finanzas o equilibrar las chequeras.
Extravío de objetos: perder objetos con frecuencia, como llaves o vasos, y tener dificultades para recordar dónde se vieron por última vez.
Cambios de humor: experimentar cambios bruscos de humor, agitarse fácilmente o mostrar signos de depresión y ansiedad.
Cambios de personalidad: volverse retraído, desconfiado o mostrar cambios significativos en la personalidad o el comportamiento.
Pérdida de iniciativa: pérdida de interés en actividades, pasatiempos o interacciones sociales que antes eran importantes.