Definición: Las neoplasias ováricas se refieren al crecimiento anormal de tejido en los ovarios, que puede ser benigno, limítrofe o maligno.
Tipos: Hay tres tipos principales de neoplasias ováricas: tumores epiteliales, de células germinales y de los cordones sexuales y del estroma, cada uno con características y riesgos distintos.
Factores de riesgo: Los factores que aumentan el riesgo de neoplasias de ovario incluyen antecedentes familiares, mutaciones genéticas (por ejemplo, BRCA1 y BRCA2) e influencias hormonales.
Síntomas: Los síntomas comunes de las neoplasias de ovario incluyen dolor pélvico, hinchazón, hinchazón abdominal y ciclos menstruales irregulares, aunque muchos casos son asintomáticos.
Diagnóstico: El diagnóstico implica una combinación de examen físico, pruebas de diagnóstico por imágenes (por ejemplo, ecografía) y análisis de sangre (por ejemplo, CA-125).
Estadificación: Las neoplasias de ovario se clasifican según el grado de crecimiento y propagación del tumor, siendo el estadio I el menos grave y el estadio IV el más grave.
Tratamiento: Las opciones de tratamiento dependen del tipo, estadio y gravedad del tumor, y pueden incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia.
Pronóstico: El pronóstico de las neoplasias de ovario varía según el tipo y el estadio, pero la detección y el tratamiento tempranos pueden mejorar significativamente los resultados.
Prevención: Si bien no existe una manera segura de prevenir las neoplasias de ovario, reducir los factores de riesgo (por ejemplo, mantener un peso saludable, evitar la terapia de reemplazo hormonal) y someterse a controles regulares puede ayudar.
Investigación: La investigación en curso tiene como objetivo mejorar nuestra comprensión de las neoplasias de ovario, desarrollar tratamientos más efectivos e identificar nuevos métodos para la detección temprana y la prevención.