Lo que la VFC nos dice sobre el estrés, el sueño y la actividad física

Indicador de estrés: una HRV baja indica niveles altos de estrés, mientras que una HRV alta sugiere una mejor resiliencia al estrés.

Marcador de aptitud física: el aumento de la VFC se asocia con una mejor aptitud cardiovascular y un mejor rendimiento atlético.

Seguimiento de recuperación: el monitoreo de la VFC ayuda a evaluar la recuperación después del ejercicio, lo que indica la preparación para la próxima sesión.

Calidad del sueño: la VFC puede reflejar la calidad del sueño, y una VFC más alta suele estar asociada a un mejor sueño.

Equilibrio autónomo: la VFC mide el equilibrio entre los sistemas nerviosos simpático y parasimpático.

Indicador de adaptación: Los cambios en la VFC revelan qué tan bien se adapta el cuerpo a las demandas físicas.

Detección de sobreesfuerzo: una disminución de la VFC puede indicar sobreentrenamiento o una recuperación inadecuada.

Fatiga mental: una HRV baja puede indicar fatiga mental, lo que afecta el rendimiento.

Estrés fisiológico: la VFC refleja el estrés fisiológico provocado por el ejercicio, el entorno o la enfermedad.

Entrenamiento personalizado: el seguimiento de la VFC permite realizar planes de entrenamiento personalizados, optimizando el rendimiento y reduciendo el riesgo de lesiones.