¿Ese viejo remedio para el resfriado realmente te está ayudando?

Cataplasma de cebolla: Aplicar una cataplasma de cebolla en el pecho o la garganta puede aliviar la congestión y aliviar la tos debido a sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias.

Ajo: El ajo crudo contiene compuestos de azufre que apoyan la inmunidad y aumentan la producción de glóbulos blancos, lo que ayuda a combatir los resfriados y la gripe.

Miel: Las propiedades antibacterianas y antiinflamatorias de la miel alivian el dolor de garganta, reducen la irritación y proporcionan un rápido impulso de energía.

Hacer gárgaras con agua salada: Hacer gárgaras con agua salada ayuda a extraer las partículas virales de las células, las elimina y estimula las células inmunes para combatir las infecciones.

Sopa de pollo: Los líquidos calientes como la sopa de pollo aflojan la congestión, aumentan el flujo de moco y previenen la deshidratación, proporcionando alivio de los síntomas del resfriado.

Rábano picante: Comer rábano picante puede generar calor para ayudar a contrarrestar los resfriados y aliviar la congestión.

Jengibre: La raíz de jengibre fresca puede ayudar a aliviar los escalofríos y los síntomas del resfriado.

Jengibre: La raíz de jengibre fresca puede ayudar a aliviar los escalofríos y los síntomas del resfriado.

Té de rosa mosqueta: Rico en vitamina C, el té de rosa mosqueta puede ayudar a prevenir los resfriados cuando se consume antes de que aparezcan los síntomas.

Descanso e hidratación: Descansar lo suficiente y mantenerse hidratado son esenciales para permitir que el cuerpo se recupere de un resfriado.