Estrategias efectivas para controlar y tratar la presión arterial baja

Manténgase hidratado: beba mucha agua para aumentar el volumen sanguíneo y prevenir la deshidratación, intentando beber de seis a ocho vasos de líquido por día.

Aumente la ingesta de sal: consuma más sal, pero sólo bajo supervisión médica, para ayudar a aumentar la presión arterial; elija alimentos nutritivos como aceitunas, anchoas y requesón.

Use medias de compresión: use medias de compresión hasta la cintura para mejorar el flujo sanguíneo y reducir los síntomas, pero quíteselas para dormir y cuando esté acostado.

Coma comidas pequeñas y bajas en carbohidratos: consuma comidas más pequeñas para evitar caídas de la presión arterial después de comer y limite los alimentos con alto contenido de carbohidratos, como el pan blanco, la pasta y el arroz.

Levántese lentamente: tómese su tiempo al levantarse de la cama o de una silla, estirándose y moviéndose lentamente para evitar mareos.

Haga ejercicio regularmente: realice ejercicio aeróbico moderado, como caminar, durante al menos 150 minutos a la semana, e incorpore ejercicios de entrenamiento de fuerza dos veces a la semana.

Evite el alcohol: limite o evite el consumo de alcohol, ya que puede empeorar la presión arterial baja y la deshidratación.

Controle la posición del cuerpo: evite sentarse con las piernas cruzadas e intente mover las piernas o los dedos de los pies para mejorar el flujo sanguíneo.

Controle los medicamentos: si los medicamentos le provocan presión arterial baja, consulte con su médico sobre cómo ajustar la dosis o cambiar a un medicamento diferente.

Pruebe maniobras físicas: utilice técnicas como cruzar los muslos o apretar los músculos del estómago y los glúteos para ayudar a controlar los síntomas al estar de pie.