Crear una red de apoyo para una mejor calidad de vida en CREST

Control periódico: Revisiones y seguimiento regulares de la función pulmonar y la presión arterial pulmonar.

Detección temprana: La detección temprana de la hipertensión pulmonar permite una intervención oportuna.

Tratamiento farmacológico: Los medicamentos, como los vasodilatadores y los antagonistas de los receptores de endotelina, pueden ayudar a controlar la hipertensión pulmonar.

Modificaciones en el estilo de vida: dejar de fumar, hacer ejercicio regularmente y mantener un peso saludable reducen el riesgo.

Terapia con oxígeno: Puede ser necesario administrar oxígeno suplementario a los pacientes con niveles bajos de oxígeno en sangre.

Rehabilitación pulmonar: Los programas de rehabilitación mejoran la función pulmonar y la salud general.

Dieta saludable: Una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras y cereales integrales, contribuye a una buena salud general.

Control del estrés: Técnicas para reducir el estrés, como la meditación y el yoga, ayudan a controlar los síntomas.

Evitar la alta altitud: Evitar las zonas de alta altitud reduce la sobrecarga al corazón y los pulmones.

Atención multidisciplinaria: La colaboración con profesionales de la salud garantiza una atención y gestión integral.