Cómo los medicamentos para la diabetes pueden afectar a los riñones.

La metformina es generalmente segura para los riñones, pero requiere un ajuste de la dosis en casos de enfermedad renal avanzada.

Los fármacos sulfonilureas como la glipizida pueden aumentar el riesgo de hipoglucemia en pacientes con insuficiencia renal.

La pioglitazona puede causar retención de líquidos, lo que podría empeorar la función renal.

Los inhibidores de la DPP-4, como la sitagliptina, son generalmente seguros, pero requieren un ajuste de la dosis en caso de enfermedad renal.

Los inhibidores de SGLT2, como la empagliflozina, pueden ralentizar la progresión de la enfermedad renal y reducir el riesgo cardiovascular.

Los agonistas del receptor de GLP-1, como la liraglutida, pueden reducir la albuminuria y ralentizar la progresión de la enfermedad renal.

La dosis de insulina a menudo requiere ajustes en casos de insuficiencia renal debido a la disminución de su eliminación del organismo.

Algunos medicamentos para la diabetes, como la canagliflozina, han demostrado efectos protectores para los riñones en ensayos clínicos.

Los inhibidores de la ECA y los ARA II se utilizan a menudo junto con los medicamentos para la diabetes para proteger la función renal.

El control regular de la función renal es fundamental al tomar medicamentos para la diabetes, especialmente si existen problemas renales preexistentes.