Cómo el alcohol y las drogas dañan nuestros lagos y peces
Contaminación del agua: Los contaminantes del alcohol y las drogas pueden contaminar los lagos, dañando la vida acuática y los ecosistemas.
Comportamiento de los peces: La exposición a las drogas y al alcohol puede alterar el comportamiento de los peces, afectando su reproducción, alimentación y supervivencia.
Problemas reproductivos: Los productos químicos del alcohol y las drogas pueden alterar la reproducción de los peces, lo que provoca disminuciones de la población y desequilibrios en los ecosistemas.
Bioacumulación: Las toxinas del alcohol y las drogas pueden acumularse en el cuerpo de los peces, dañando potencialmente a los humanos que los consumen.
Alteración del ecosistema: La presencia de alcohol y drogas en los lagos puede alterar el delicado equilibrio de los ecosistemas acuáticos.
Mayor toxicidad: Las interacciones entre el alcohol, las drogas y otros contaminantes pueden aumentar la toxicidad y dañar aún más la vida acuática.
Crecimiento de algas: La contaminación por nutrientes de las aguas residuales puede estimular el crecimiento excesivo de algas, agotando el oxígeno y dañando a los peces.
Degradación del hábitat: la contaminación causada por el alcohol y las drogas puede degradar los hábitats de los peces, reduciendo la biodiversidad y la resiliencia de los ecosistemas.
Riesgos para la salud humana: El consumo de pescado contaminado con residuos de alcohol y medicamentos puede suponer riesgos para la salud humana.
Necesidad de tratamiento de aguas residuales: El tratamiento eficaz de las aguas residuales es crucial para eliminar los contaminantes del alcohol y las drogas, protegiendo los ecosistemas de los lagos y las poblaciones de peces.