¿Por qué el frío otoñal puede disparar tus niveles de presión arterial?

El clima frío puede aumentar la viscosidad de la sangre, lo que contribuye a la trombosis y a los eventos cardiovasculares.

Las olas de calor en verano pueden provocar enfermedades relacionadas con el calor y complicaciones cardiovasculares.

El trastorno afectivo estacional (TAE) puede contribuir al aumento de la presión arterial y al riesgo cardiovascular.

Los cambios en los patrones y la duración del sueño pueden afectar la regulación de la presión arterial.

El aumento de las infecciones respiratorias durante el invierno puede exacerbar las afecciones cardiovasculares.

Los niveles de contaminación del aire, a menudo más altos en invierno, pueden contribuir al estrés cardiovascular.

Los niveles de ozono en verano pueden aumentar la inflamación cardiovascular y el estrés oxidativo.

Los cambios estacionales en la dieta, como el aumento del consumo de alimentos durante las fiestas, pueden afectar la presión arterial.

La inactividad física durante condiciones climáticas extremas puede contribuir al riesgo cardiovascular.

El aumento del estrés durante las fiestas puede elevar la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

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