Problemas pulmonares que se agravan en la esclerodermia difusa

La enfermedad pulmonar intersticial (EPI) es una complicación frecuente de la esclerodermia difusa.

La fibrosis pulmonar puede provocar la formación de cicatrices y una disminución de la función pulmonar.

La hipertensión arterial pulmonar (HAP) aumenta la presión en las arterias pulmonares.

La dificultad para respirar es un síntoma frecuente cuando hay afectación pulmonar.

La tos seca puede ser un síntoma persistente de problemas pulmonares.

El deterioro de la función pulmonar puede limitar la actividad física y la tolerancia al ejercicio.

La detección y el tratamiento tempranos son fundamentales para el control de las enfermedades pulmonares.

La ciclofosfamida ha demostrado ser eficaz para ralentizar el deterioro de la función pulmonar.

En los casos más graves, podría considerarse un trasplante de pulmón.

El seguimiento periódico es fundamental para controlar la evolución de la enfermedad pulmonar.